
danza
"20 años de vida dedicado a entender el lenguaje corporal"

EL ARTE DE BAILAR
Voy a partir desde la declaración que bailar no es un lujo, es una necesidad. El Arte de bailar va mas allá de mover el cuerpo en un ritmo musical, incluso con la ausencia de el. Todo lo que le preceda la palabra Arte nos sugiere el conocimiento del oficio, dominio de la técnica y la capacidad para expresar algo con un valor estético. Cada día me sorprende la sensación de que me falta mucho por aprender, por entender, no obstante me permito compartir contigo parte de lo que gentilmente maestros y la propia Danza me han brindado en forma de palabras, sensaciones e intuiciones en esta página que no propone verdades, solo un acercamiento a ella desde mi perspectiva, una de muchas.

Si gastaste tu tiempo en ver este vídeo habrás echo una gran inversión, si además lograste sentirlo, tratando de imaginarte en su piel habrás tenido una experiencia estética sublime, al menos eso siento yo cuando veo este vídeo . Mientras lo veo soy capaz de sentir la contracción de los músculos, el aire desplazado por el propio cuerpo, el sudor, la adrenalina de la presentación, y también la culminación de horas de ensayo, días y meses detrás de esta representación, por no hablar de los años de preparación del cuerpo de los bailarines, las décadas de estudio del coreógrafo y los siglos de evolución como especie para llegar a esto.
El cuerpo es un vehículo que hace posible realizar múltiples operaciones complejas, unas son automáticas y vienen "por defecto", otras, tenemos What aprenderlas en el camino. A pesar de que nuestra sobrevivencia depende de el, sabemos muy poco de su funcionamiento, a veces nuestras información se limita a lo que nos enseñaron en las clases de biología, o en algún post que leímos como curiosidad en ciertos muros de dudosa procedencia. Incluso, nosotros, los bailarines, a pesar de ser nuestro instrumento de trabajo muchos no tenemos ni la más remota idea de como esta establecido, como funciona.
Detrás de las formas visibles opera la danza de lo invisible, y el dominio de lo intangible nos permite crear formas de una belleza tal que nos eleva a espacios reservados para ángeles y dioses. Ya sé que sueno exagerado, pero no me importa porque sé de lo que hablo, o mejor dicho siento lo que hablo. Hace algún tiempo practicaba meditaciones budistas, y uno de los objetivos era el cese de los pensamientos, o quizás sería mas correcto decir la no identificación con ellos. Reconozco que no era fácil, aunque la propuesta era muy sencilla, sentarse en silencio y enfocarse en la respiración, observar como entra y sale el aire de tu cuerpo. Toda nueva disciplina requiere de practica, poco a poco vas obteniendo la experiencia, luego de algún tiempo comencé a sentir pequeños momentos de silencios mentales, donde solo estaba, solo era.
Luego de un tiempo abandoné las meditaciones budistas, no porque no creo que sean beneficiosas, sino por un simple echo, eran ajenas a mi. Pero la sensación quedaron registrado en mi cuerpo y en mi mente, y eso me dió un punto de referencia para darme cuenta de algo: cuando me convierto en el movimiento, y estoy con atención plena a ellos, entonces no hay pensamientos, solo soy. Ahora hago una pausa, recuerdo un libro que leí una vez, Cartas a un joven bailarín del coreografo Maurice Bejart, navego para encontrarlo, ¡aquí está, lo encontré! lo comparto contigo:




Es interesante, quería escribir mis experiencias sobre la danza y me la he pasado citando a otros, y es que eso somos, una mezcla original de muchos contenidos que organizamos y desarrollamos bajo nuestra piel. El conocimiento es aditivo, y sin querer han venido a mi dos referencias claves en mi visión sobre la danza. Los caminos que me llevaron estos impulsos de estos grandes maestros del arte del movimiento me han llevado lejos de ellos, pero conectados a su esencia. El placer estético que me produzca el movimiento de Jiri kilyan y las palabras de Maurice Bejart que golpearon en mi diciendome ¡ves, vas bien!.
Fín de carta # 2 del libro arriba mencionado
La forma que más me ha enseñado es enseñar.
Coreografía (mis orígenes)
Por azar o por destino, mi primera obra fue interdisciplinaria, y sin saber cuál sería mi destino en el futuro, la edición del video y la postproducción también las darse cuenta yo mismo en aquel entonces. La razón principal fué la falta de presupuesto, pero otra no menos importante fué mi deseo de crear audiovisuales. La obra hablaba sobre el alcoholismo, y un alterego en una proyección en la pared del fondo describía el mundo subjetivo del protagonista, seguía una narración lineal y veíamos como el personaje principal se ahorcaba y su posterior viaje (todo en video) a un "más allá". En ese entonces no tenía la dimensión de lo que hacía, era mi intuición tomando el control. Una de las sensaciones más hermosas que guardo fue cuando en el ensayo general ví proyectado en toda la pared del fondo aquel "videito" que tanto trabajo me había costado. Había nacido pecado querer una obsesión dentro de mí: la fusión de la danza con el cine.
Recuerdo además que fui invitado a participar en el primer festival de video-danza en Ecuador, donde tenía que presentar mi obra, y había algo que diferenciaba mi obra de las demás, en mi propuesta el video intervenía directamente en las acciones del bailarín, y en algún momento defendí esta idea que "para mí la videodanza tenía que tener el elemento danza en vivo ". Seguramente tenía grandes errores conceptuales en mi apreciación, pero también se dejaba ver una idea recurrente en mi manera de ver el espectáculo con audiovisuales. A pesar de que Cinema Corporal surgió diez años más adelante, la sensación estaba como semilla desde mi primer obra, tratando de explicarse con las pocas herramientas para ese entonces. IT's a revelación para mí saber que siempre he sido influido por el mundo audiovisual, del que trato de aprender cada día algo y encontrar la manera más eficaz de unirlo a la danza.
